viernes, 22 de febrero de 2008

Chistes de telefonos...

ª Ring, ring, suena el teléfono a las cuatro de la mañana, al descolgar se oye una voz que pregunta:
Aló, aló, ¿La familia Silva?
Una voz dormilona contesta:
¡No tarado, la familia duerme!

ª Ring Ring
Hola, carnicería, ¿qué se desea?
¿Tiene patas de puerco?
Sí.
Pues, láveselas

ª Suena el teléfono:
Hola, ¿Está Agustín?
No, estoy incomodón

ª Una vez un hombre llama a una casa y coge el teléfono el sereno (el guardián) y el hombre le pregunta:
¿Y mi esposa?
Y el sereno responde:
En su cuarto.
Luego el hombre dice:
¿Con quién?
Con un hombre, le responde el sereno.
¡Diantre! ¡Mátela! Dice el hombre.
No, no, yo no puedo hacer eso.
Claro que sí, yo le doy esa orden, dice el hombre.
Esta bien, esta bien, y mata a la mujer.
Ya la maté, dice el sereno.
Y el hombre le responde;
Ahora sáquela de ahí y métala a la piscina.
Pero señor, aquí no hay piscina dice el sereno.
¿Este no es el teléfono 232-5492?
No, dice el sereno.
Ah pues, ¡Perdóneme!

ª Habiendo marcado equivocadamente un número telefónico, al comunicarse por larga distancia, una señora pregunta en tono angustiado.
¿Ya llegó Julio allí?
Una voz profunda respondió:
No señora, no sé de que parte del mundo llama usted, pero aquí todavía estamos en abril.

ª Primer Acto: Un teléfono público normal.
Segundo Acto: El mismo teléfono normal otra vez.
Tercer Acto: El mismo teléfono, pero con sangre.
¿Cómo se llama la historia?
La llamada se cortó.

ª Ring, ring...
¿Diga?
¿Los servicios secretos?
Lo siento no puedo decírselo.

ª Riinggg!
¿Ahí lavan la ropa?
No.
¡Uy, que guarros!

ª Diez de la mañana, suena el teléfono.
Hola, ¿está Juan?
No, se equivoca.
Cuatro de la tarde, suena el teléfono.
Hola, ¿está Juan?
No, se vuelve a equivocar.
Diez de la noche, suena el teléfono.
Hola, ¿está Juan?
No, ¡ya le he dicho que se equivoca!
Cuatro de la madrugada, suena el teléfono.
Hola, soy Juan, ¿han preguntado por mí?

ª -Hola ¿hablo con Rosa?-
-No, habla Violeta-
-Ahhh, perdone es que soy daltónico-

ª Ring, ring, Zapatería Jiménez, ¿Dígame?
Ay, perdone, me parece que me equivoqué de número.
No hay problema, usted trae los zapatos y le damos el número que haya.

No hay comentarios: